Estaba en la cama tumbado. A mi alrededor todo controlado, correcto, en su sitio : Respirator, móvil y orinal. Me dispongo a apagar la luz cuando en el techo diviso una araña. Ya sabéis que estejambo es de los que piensan “Bebe y deja vivir” , así que le dije: Si hay respeto podemos compartir habitáculo. Después cerré los ojos buscando… loading….rijosas imágenes con las que aliñarme el jambosueño.
Amanecí con cuatro picaduras en las extremidades superior e inferior derecha; dos en la pierna “retouch” y dos en el brazo que acaricia la pupa. Exclamé para espantar el picor: ¡Joder en este país no hay paz para los lisiados! Escuché una voz que dijo con cierto retintín: ¡Ni para pensionistas, currantes, estudiantes, artistas, dependientes, científicos, funcionarios, ni parados! Miré al techo, la gaviota azul,que me chupó e infectó la sangre, escapaba por la ventana. Mientras observaba como se daba el bote en mi cabeza se barruntó una certeza: No estarían aquí si no les hubiera votado la mayoría.
